DESOBEDECIERON A LA SECRETARÍA DE TRABAJO A pesar de que la Conciliación Obligatoria fue declarada, el gremio de los choferes implementó la medida de fuerza por tiempo indeterminado. Con un piquete impidieron la circulación de los micros conducidos por trabajadores que no se plegaron a la huelga.
DESOBEDECIERON A LA SECRETARÍA DE TRABAJOA pesar de que la Conciliación Obligatoria fue declarada, el gremio de los choferes implementó la medida de fuerza por tiempo indeterminado. Con un piquete impidieron la circulación de los micros conducidos por trabajadores que no se plegaron a la huelga.
Entre el mediodía y la media siesta, en la empresa ERSA los choferes se pusieron detrás de los volantes y condujeron los colectivos hasta la salida de los galpones. Sin embargo, desde afuera estaba latente la amenaza de vandalismo contra los buses y los trabajadores.
Entonces, la Policía aumentó el número de efectivos para evitar ataques y mandó a un mediador que intervino durante una charla entre Gustavo Larrea, representante de la Cámara Empresaria de Transporte Urbano de Corrientes; José Luis Sabao, Secretario General de la UTA Corrientes, y varios delegados.
El encuentro concluyó luego de que los sindicalistas rechazaran la oferta de un desembolso de $60 mil para cada trabajador y aseveraron que continuarían con el piquete y la brutal medida de fuerza.
El llamado al paro en Corrientes se da, increíblemente, en medio del cuarto intermedio establecido en las tratativas entre el Consejo Directivo nacional de la UTA y la Federación Argentina del Transporte Automotor de Pasajeros (FATAP), conversaciones monitoreadas por la Dirección Nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo que depende del Ministerio de Capital Humano. La continuidad del diálogo está prevista para el lunes 25, a las 16.
El conflicto se da porque la UTA pretende que los choferes del interior del país perciban los mismos salarios que los Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Sin embargo, el Gobierno nacional eliminó los subsidios para quienes prestan el servicio en las provincias, pero mantiene giros multimillonarios para las firmas del AMBA.
Tras la fallida negociación y la continuidad de la medida de fuerza, Larrea le dijo a época que "a pesar del intento de conciliación con los representantes de la UTA, se impidió la salida de las unidades con un bloqueo y amenazas. Esto trasciende un mero reclamo salarial. Hicimos una propuesta que significa un esfuerzo grande pero aún así hubo una rotunda negativa".
Anoche, a las 20, un colectivo repleto de pasajeros de la línea 110 C Santa Catalina, de la empresa Miramar, fue atacado con disparos de balines de acero. La agresión ocurrió cuando el micro doblaba por Alta Gracia hacia Paysandú rumbo al centro de la ciudad.
Producto del ataque, concretado bajo el amparo de la oscuridad, una mujer recibió el impacto de un proyectil en la cabeza, por lo que el chofer inmediatamente detuvo la marcha y solicitó el auxilio de personal médico.
Según fuente de la empresa, más ataques se produjeron en otras zonas de la ciudad.
