River lo buscó y se quedó con el clásico en el último suspiro.

Con un gol de Matías Suárez al segundo minuto de adición, River ganó 1-0 en Avellaneda. El Rojo mereció algo más pero falló. Preocupa la rodilla de Enzo Pérez.

River sumó de a tres en Avellaneda.

Matías Suárez no falla nunca. Entra y cumple. Es la carta de gol de Marcelo Gallardo en partidos como los que River jugó contra Independiente. O mejor dicho, como el que el Rojo le propuso. Le causó daño, estuvo cerca de abrirlo, pero no soportó la insistencia de la visita y el cordobés la metió en tiempo adicionado para la victoria millonaria.
El equipo de Julio César Falcioni, en su debut, había tenido varias claras, sobre todo con Leandro Benegas, como para festejar. Sin embargo, los de Gallardo, que demostraron una mejor imagen sobre el final, tradujeron los méritos al 1-0 cuando el delantero empujó dentro del área un disparo interceptado de Bruno Zuculini.
El clásico comenzó con una férrea disputa en la mitad de la cancha. Se midieron el Rojo y el Millo a pura estrategia inicial para ver quién era el que hacía daño primero. Y en el rubro de llegadas, el que se adelantó fue la visita, que a los ocho minutos tuvo una inmejorable ocasión en los pies de Pablo Solari, que la paró de pecho por el segundo palo tras un tiro de esquina y sacó una volea bien despejada por Milton Álvarez.
A los 22 minutos llegó la réplica de dueño de casa. Alan Soñora se la entregó a Leandro Benegas en la medialuna del área, el delantero controló, ensayó una media vuelta y desenfundó un zurdazo que se fue sacando chispas al caño derecho de Franco Armani.
Con el correr del reloj, el duelo del medio se descontracturó y la pelota circuló con menos obstáculos. Tuvo una Independiente con un disparo de Leandro Fernández que contuvo el guardameta del Millo y respondió Palavecino con un tiro a colocar que pasó cerca del ángulo.
Para el segundo tiempo, se agrandó esa tendencia de un mediocampo con tránsito fluido y Solari y Benegas como los más peligrosos generando vértigo en ambos bandos. Arrancó River con un centro de Beltrán que no pudo conectar Barco y luego estuvieron cerca los Diablos con un envío elevado del atacante uruguayo que sacó Armani con un guantazo.
Hasta que a los 92 minutos del encuentro, el delantero cordobés capturó una pelota muerta dentro del área tras el remate desde afuera de Bruno Zuculini y definió defectuosamente desde el suelo para el 1-0.
River se quedó con tres puntos que necesitaba y dejó con las manos vacías a Independiente, que saboreó bronca.



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